Las razas autóctonas de Andalucía

Aprovechando el Día de Andalucía, lanzamos un artículo sobre las razas autóctonas de la Comunidad Autónoma que cuenta con una mayor biodiversidad en razas ganaderas

Hoy, 28 de febrero, se celebra el Día de Andalucía, y desde la Real Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto hemos querido hacer un pequeño homenaje a esta tierra haciendo un repaso a sus razas autóctonas, ya que, tal y como indican desde la propia Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, Andalucía es la Comunidad Autónoma española que cuenta con mayor biodiversidad en razas ganaderas.

Las razas autóctonas se manejan habitualmente con sistemas tradicionales de producción ligados a la tierra, convirtiendo así la actividad ganadera en uno de los principales responsables de la conservación y preservación del medio natural. Estos animales están muy adaptados a los territorios en los que habitan y realizan un aprovechamiento muy eficiente de los recursos naturales, desempeñando una labor medioambiental de gran importancia.

En el caso de Andalucía, contamos con muchas razas autóctonas de diferentes especies:

BOVINO

Cárdena Andaluza: La denominación de la raza proviene del color de su capa y su especial localización en Andalucía. En cuanto a sus orígenes se le suele considerar como rama del tronco Negro Ibérico.

Marismeña: La raza, además de por los nombres de Marismeña, también es conocida como Mostrenca, Palurda o Doñana. Se trata de un antiquísimo núcleo de bovinos autóctonos, perfectamente diferenciados dentro del ganado vacuno español e históricamente adscrito al Parque Nacional de Doñana, encuadrado en las Marismas de Guadalquivir del Suroeste de la Península Ibérica. De ascendencia filogenética desconocida, aunque se la supone ligada a las primeras formas derivadas del Uro salvaje, diversificado en el Bos taurus primigenius y éste en el Bos taurus macroceros. A partir del último se formó el Bos taurus tartesus que es la forma ancestral directa de la raza.

La historia de la Marismeña es la propia de un bovino salvaje para el cual no hay testimonio de su domesticación y que durante siglos fue tenido como res de caza mayor – al igual que el Uro en Europa – hasta nuestros días, en que se encuentra en el Coto de Doñana para la producción de carne.

Negra Andaluza: La región geográfica que ocupa dentro del territorio nacional y el color de su capa justifican su designación de Raza Negra Andaluza. También recibe los nombres de Negra Campiñesa o Negra de las Campiñas.

Derivada del Tronco Ibérico, llega a la Campiña Andaluza como excelente animal de trabajo para las labores agrícolas, superando a las demás razas locales por su rusticidad, capacidad dinamógena y fortaleza.

Pajuna: El término “pajuno”, bajo el punto de vista ganadero, es equivalente a poco seleccionado, de calidad inferior. Es el ganado propio de la montaña de Andalucia, de ahí su denominación de Raza Serrana, nombre por el que se conocía años atrás. Tambien hay zonas donde los ganaderos la llaman “castellana”, nombre heredado de los antiguos “gañanes” que compraban sus animales para trabajo a ganaderos que trashumaban por las antiguas Cañadas Reales de la Península Ibérica, cuando en tiempos de la Mesta era usada comomotor de sangre de la Cabaña Real de Carreteros.

Existen varias teorías acerca el origen de la Raza Pajuna, considerada entre las razas denominadas “Serranas”. La hipótesis con más peso es aquella que la considera descendiente directa del Bos Taurus Primigenius

Retinta: Procede del Tronco bovino Rojo Convexo (Bos taurus turdetanus), y constituye la principal raza bovina autóctona de la España seca. Se distribuyó por la mitad sur de la península Ibérica, donde originó los distintos ecotipos de la Retinta (Colorada Extremeña, Rubia Andaluza y Retinta Andaluza), de cuya fusión procede una versión moderna y mejorada de la raza, pasando de su doble aptitud carne-trabajo originaria a la meramente cárnica de la actualidad.

Son animales bien adaptados a las dehesas del suroeste peninsular, con buenos rendimientos productivos y reproductivos, y elevada resistencia a enfermedades parasitarias y a las inclemencias del medio.

OVINO

Churra Lebrijana: El nombre de Churra Lebrijana, o Churra Marismeña, como también es conocida, responde al tronco ovino de procedencia, el Churro, y a las áreas geográficas consideradas en su día zonas principales de explotación: el municipio sevillano de Lebrija y la zona de la Marisma.

Lojeña: La raza ovina Lojeña debe su designación toponímica al municipio granadino de Loja, en cuyas sierras, a lo largo de los años, se ha desarrollado esta resistente oveja. Es también denominada Rabada o Rabuda de la Sierra de Loja, por mantener la integridad de la cola.

Merina de Grazalema: La denominación de Merina de Grazalema proviene de su antecesor inmediato, el Merino, y de su especial localización en el municipio gaditano de Grazalema, muy ligado a la raza en lo referente a su cría y a la industria textil apoyada en su lana. Con respecto a su origen, no existe unanimidad al respecto; sin embargo, parece que la hipótesis más aceptada es la que considera a esta raza como producto del cruzamiento entre las razas Merina y Churra. En este sentido, la raza Churra sería la responsable del embastecimiento de su lana y del incremento de su capacidad lechera.

Montesina: El nombre de “Montesina” u “Oveja de Monte” responde a la caracterización del área de explotación de la raza, frecuentemente en zonas de montaña. Procede del Tronco Ibérico, cuyo representante ancestral es el Ovis aries Ibericus.

Segureña: Su nombre deriva del área geográfica donde se originó y donde se explota actualmente, las sierras del entorno del Río Segura.Su elevado censo la constituye como una de las razas ovinas nacionales más importantes. De gran rusticidad y perfecta adaptación al duro medio donde habitan, es el medio de vida de un alto número de ganaderos, pastores-propietarios.

CAPRINO

Blanca Andaluza: La denominación de Blanca Andaluza se debe al color blanco uniforme de su capa y al área geográfica donde se explota, principalmente en la Comunidad Autónoma de Andalucía. También es conocida como “Blanca Serrana”, en atención a las zonas de serranía que ocupa. Se trata de una raza antigua con signos muy representativos de la Capra Prisca, por un lado, y de la cabra Nubiana (grupo africano), por otro, que aportó el perfil convexo que presenta la raza.

Florida: Debe su nombre a las características particulares de su capa moteada. Su origen procede de la aportación puntual de sangre de animales tipo Nubiano sobre la población Alpino-Pirenaica autóctona del Valle del Guadalquivir en la primera mitad del siglo XX. Dicho aporte fue mantenido localmente por los ganaderos junto con una selección sobre rendimiento lechero y sobre su particular capa florida. En la década de los 80 esta población era muy escasa y heterogénea; sobre ella, y merced a convenios con las Diputaciones Provinciales de Sevilla y Córdoba y la Universidad de Córdoba, se creó un rebaño dirigido por el veterinario zootecnista D. José A. Sánchez Romero, que fue definitivo para la fijación, selección y consolidación de la raza tal y como se la conoce en la actualidad, una cabra de alta rusticidad y producción lechera.

Malagueña: También conocida como “Costeña”, ya que la zona costera mediterránea de Andalucía es su área de difusión más importante Es una de las razas lecheras más importantes del mundo.

La raza Malagueña puede considerarse como una de las razas caprinas que mayor influencia ha tenido en las restantes razas peninsulares, dado que se encuentra presente en muchas regiones de la geografía española. De gran rusticidad y resistencia a climas cálidos.

Murciano-Granadina: La raza Murciano-Granadina recibe su nombre por las provincias que ocupó originalmente. Filogenéticamente procede de la Capra aegagrus, que a su vez de dio lugar a la cabra pirenaica. Es una de las cuatro poblaciones de animales domésticos definidas en primer lugar en España, lo cual se constata con el hecho de que junto con el cerdo ibérico, el caballo español y el ovino merino, sean las cuatro poblaciones referidas con claridad en la literatura del siglo XV (Rodero et al., 1992).

Negra Serrana: Da nombre a esta raza el color de la capa, mayoritariamente negra, y las zonas de sierra donde se cría. También es conocida localmente como: “Cabra Castiza”, apelación que responde a la consideración de “buena casta”, calificación basada según los ganaderos en la forma particular de andar y presentarse. En base a sus características morfológicas y fanerópticas se podría deducir que su antecesor ancestral se encuentra en la “Capra Prisca”, con la posible influencia de otras etnias, como la Nubiana.

Payoya: El nombre de Payoya tiene su origen en el municipio de Villaluenga del Rosario, en la provincia de Cádiz, cuna de la raza y centro ganadero importante, donde a los nativos se les denomina “Payoyos”. En la Sierra de Ronda esta raza es más conocida por “Montejaqueña”. Esta población es oriunda de la Serranía de Grazalema, considerada como el producto de un cruzamiento antiguo entre el tronco Pirenaico y la población caprina autóctona de la zona.

PORCINO

Ibérico: El cerdo Ibérico tiene unos caracteres raciales que le hacen distinto morfológicamente a cualquier otro ejemplar de la especie porcina y le identifican como tal, a pesar de la diversidad existente entre individuos y variedades. Esta agrupación racial tiene su origen en la subespecie mediterránea del jabalí (sus scrofa mediterraneus) y se extiende por las zonas centro, sur y oeste de la península.

En general, hablamos de un animal de tamaño medio, de piel siempre pigmentada, con variaciones que van desde el negro intenso hasta el rubio o retinto, de pelo débil, más bien escaso (variedades entrepeladas) o ausente (variedades lampiñas). En los buenos ejemplares, la espalda, dorso, grupa y jamones deben ser de musculatura manifiesta. Sus extremidades son finas, resistentes y con pezuñas de coloración oscura y uniforme, salvo algunas excepciones de variedades específicas. Una definición más completa y revisada del prototipo racial es la establecida en el nuevo Reglamento del Libro Genealógico (BOE del 22 de noviembre de 2007, Orden APA/3376/2007).

El jamón y la paleta de cerdo ibérico tienen reconocidas las siguientes Denominaciones de Origen: Guijuelo, Dehesa de Extremadura, Jamón de Huelva y Los Pedroches.

Aunque se cuenta con ejemplares de cerdo Ibérico general y sus variedades, hay que destacar el Manchado de Jabugo, cuya procedencia está muy ligada al territorio.

EQUINO CABALLAR

Hispano-árabe: Recibe su nombre de las dos razas que la originaron, la Española y el Árabe. El proceso de formación de la raza se desarrolla fundamentalmente en Andalucía, iniciándose en los tiempos de la invasión musulmana de la Península Ibérica, mediante el cruce de las dos razas que han dado lugar su nombre. El objetivo era conseguir un animal que aunara las características de ambas razas. Del caballo Árabe: su equilibrio, resistencia y cualidades atléticas, y del Español: su sobriedad, inteligencia y capacidad de aprendizaje; buscando un caballo versátil, muy preparado para el trabajo, tanto con esfuerzos cortos y precisos, como en aquellos que le exigen resistencia.

Marismeña: Recibe su nombre del área geográfica donde tradicionalmente se ha localizado a esta raza, las marismas del Parque Nacional de Doñana, en el municipio de Almonte (Huelva), perteneciente a la Comunidad Autónoma de Andalucía. Originada a partir de los caballos primitivos que habitaban en las marismas del río Guadalquivir, a lo largo de su evolución ha sufrido cruces con otras razas, fundamentalmente del norte de África. Algunos autores la mencionan como la forma ibérica de donde derivan los caballos americanos, al ser llevada a América en los viajes de Cristóbal Colón, y de donde procede el andaluz a través del cual ha influido en diversas razas de Europa Central y del Norte. Las labores de recuperación y caracterización de esta raza se iniciaron en el año 2003.

Pura Raza Española: El caballo de Pura Raza Española (PRE) se conoce en múltiples países, donde se ha adaptado, con gran facilidad, a sus sistemas de explotación y manejo y ha intervenido en la formación de otras razas equinas.

Es conveniente no caer en otras denominaciones como caballos ibéricos o cartujanos, ya que no se corresponden con ninguna raza, siendo los cartujanos una familia dentro del PRE.

EQUINO ASNAL

Raza Asnal Andaluza: Recibe su nombre de la Comunidad Autónoma de Andalucía, de la cual procede. Denominada Raza Asnal Andaluza, raza de Lucena o Cordobesa al ser la cuna de su origen. Deriva del asno egipcio introducido posiblemente por los Camitas o Íberos en la Península Ibérica. Fundamentalmente destinada a labores de carga por caminos agrestes y la producción mulatera, con la mecanización de la campiña su censo sufrió una regresión importante, quedando relegada a pocos ganaderos de la campiña sevillana y cordobesa y a un núcleo reproductivo en la yeguada Militar de Écija.

AVIAR

Andaluza Azul: La región geográfica que ocupaba originariamente y el color de su plumaje justifican su designación como Andaluza Azul. Se trata de la gallina española más antigua de cuantas aparecen reflejadas en los libros, gozando de gran prestigio no sólo entre los avicultores españoles, sino también fuera de nuestras fronteras.

Combatiente Español: Debe su nombre a la aptitud para la que fue seleccionado. Es una de las razas que conserva mayor parecido con el Gallus bankivia, considerado el ancestro de las gallinas domésticas. Se barajan dos teorías respecto a su origen, la primera postula que fue introducido por fenicios y cartagineses hace 3.000 años y la segunda que procede del gallo salvaje mediterráneo y por lo tanto se incluiría dentro del Tronco Mediterráneo.

Utrerana: Raza creada a partir del trabajo de D. Joaquín del Castillo en su gallinero de Utrera, de donde recibe su nombre. Originada a partir de una población heterogénea de gallinas de cortijos y zonas de la campiña andaluza, caracterizadas por su gran rusticidad y que tradicionalmente habían sido seleccionadas con la finalidad de obtener el mayor tamaño posible, tanto corporal como de sus huevos.

Del mismo modo, es importante reseñar que en Andalucía hay presencia de otras razas ganaderas españolas cuyos territorios originarios son otras Comunidades o cuyo censo está bastante extendido por varias zonas. Es el caso, por ejemplo, de las razas Berrenda en Colorado, Berrenda en Negro o Lidia, que a pesar de no ser autóctonas andaluzas, cuentan con un número importante de animales en Andalucía.