30 periodistas y representantes institucionales europeos conocen el “modelo Pastores”

El viaje de prensa, organizado por la Dirección General de Agricultura de la UE, ha centrado su segunda jornada en el ejemplo de sostenibilidad e innovación del ovino aragonés

Una comitiva formada por 30 periodistas y representantes institucionales europeos ha visitado la ganadería de Antonio Enfedaque e hijos, en Villanueva de Gállego, y la sede de Pastores en Mercazaragoza.

Estas visitas se enmarcan en el viaje de prensa organizado por la Dirección General de Agricultura de la Unión Europea a Aragón, para dar a conocer a profesionales continentales de la comunicación agroalimentaria los modelos destacados de sostenibilidad e innovación en agricultura y ganadería.

La explotación de la Familia Enfedaque es ejemplo claro de relevo generacional (la falta de este es el principal problema del sector). En los últimos años, están incorporándose a la actividad los hermanos Ángel y Antonio, ya tercera generación, en una explotación tecnificada, con un gran rebaño que aún va a crecer más, y que invierte constantemente en su profesionalización, para ser más productivos, a través de inversiones en manejo, servicios y tratamientos innovadores, con el asesoramiento técnico de Oviaragón – Grupo Pastores.

Pastores es la cooperativa de ovino más grande de Aragón, con 700 socios ganaderos y 170 trabajadores, que dan vida a 400 pequeños pueblos. Desde su nacimiento en 1981, tiene como principal objetivo mejorar la rentabilidad y calidad de vida de sus socios. Y para conseguirlo planifica, ejecuta y controla de manera continua numerosos planes de acompañamiento, servicios, diversificación, innovación, marketing y formación, entre otros, siendo una de las cooperativas más activas de su sector en Europa. Pero aun así no es suficiente para frenar la salida de ganaderos del sector y el regular descenso de la cabaña ganadera.

Un sector ovino en continuo retroceso

España es líder europeo en producción ovina, con un 25% de esta cabaña ganadera de la Unión Europea. Le siguen Rumanía (18%), Grecia (13%), Francia e Italia (11%), siendo el resto muy minoritarios, y sin contar con los países de Reino Unido que ya no están en la Unión Europea. (Fuente: Eurostat)

En cualquier caso, en 15 años, el descenso de ovejas en España es del 41%, pasando a ser un total de 9,522.997 de cabezas (un 21% de ovejas de ordeño y un 79% de ovejas de carne). (Dato 2022 de SGAC y MAPA)

Del total de la cabaña ganadera española, Aragón cuenta con 907.008 ovejas, representando el 9,5% del total (prácticamente todas ovejas de carne, salvo algo más del 1% del total dedicado a ovino de leche). Y de ese total, Oviaragón – Grupo Pastores cuenta con, aproximadamente, una tercera parte del censo en producción y comercialización, y presta servicios a dos terceras partes.

Los principales frenos a la continuidad del ovino son: la baja rentabilidad del sector y el exigente y comprometido trabajo del ganadero de ovino, que lleva al abandono de ganaderos, una notable falta de relevo generacional y las cada vez mayores exigencias administrativas. A esto se suman, además, el descenso del consumo en España, el fraude alimentario o la guerra abierta a la carne, entre otros.

Soluciones para garantizar la viabilidad del ovino

Francisco Santolaria y Ángel Tarancón, presidente y director general, respectivamente, de Pastores Grupo Cooperativo, han aprovechado la visita para trasladar a los representantes públicos, políticos y de los medios de comunicación las propuestas de soluciones consensuadas en Cooperativas Agroalimentarias de España.

Las cooperativas, agrupan y regulan la oferta y son el principal apoyo del sector ovino. Son necesarias para su defensa, para regular el mercado, para trabajar la calidad del producto y su promoción y sobre todo un canal de transmisión al ganadero de los avances técnicos en la producción, y también necesarias para el acompañamiento en la digitalización de todas las actividades.

Las continuas bajadas de censos y los cada vez mayores costes estructurales (derivados de normativas, fiscales, de calidad, medioambientales…) están afectando a la competitividad de las cooperativas de ovino nacionales.

Por esta razón, proponen estas medidas que revertirían notablemente la crítica situación en la que se encuentra el ovino:

  • Un incremento en la ayuda asociada (que ya aumentó en 2 euros, pero no es suficiente), con una diferenciación positiva para los que estén integrados en estructuras asociativas que trabajen la calidad, la mejora genética y para los jóvenes y mujeres.
  • Apoyo claro a las figuras de calidad diferenciada (en Aragón, el Ternasco de Aragón IGP) y a los ganaderos que forman parte de ellas, como sellos de
  • calidad reconocidos internacionalmente y una de las pocas herramientas que tienen para diferenciar a la carne de cordero.
  • Un plan sectorial que facilite una reestructuración del sector como se ha hecho en otros sectores a través de la figura de las OPs (Organización de Productores), donde se apoye a las organizaciones y a los ganaderos. Recomendación que ya hizo la Comisión en esta última reforma a España.
  • Apoyo a la promoción de la carne de ovino en campañas europeas (se está cuestionando el apoyo a la carne continuamente). Reivindicando el papel medioambiental y social del ovino y sus características, distintas de otras carnes, y la necesidad de esas campañas. La carne de ovino debe ser la carne de los jóvenes, por su carácter sostenible.
  • Regular la denominación de la palabra “carne”, como, entre otras características, que procede de proteína animal y no vegetal, que es otra cosa. No confundir al consumidor.
  • Que el ovino no sea moneda de cambio en tratados bilaterales con países terceros en beneficio de otros sectores económicamente más fuertes.
  • Exigir cláusulas espejo a la importación. Exigir al producto que se importa los mismos requisitos que al producido en la UE, si no la carne de cordero de origen nacional seguirá en desventaja competitiva.
  • Que en toda la normativa europea se tenga en cuenta las peculiaridades del ovino extensivo y de cada país miembro en cuanto a flexibilización de la norma y plazos para su puesta en marcha y no incurrir en sobrecostes.