Roberto Gallego: «La Subasta virtual ha sido una alternativa a la Subasta pública en un momento determinado de extrema dificultad»

Hablamos con Roberto Gallego, secretario ejecutivo de AGRAMA, asociación que ha llevado a cabo varias subastas online en los últimos meses

En los últimos meses muchas han sido las Asociaciones de Criadores que se han lanzado a la piscina y han llevado a cabo Subastas virtuales ante la imposibilidad de celebrar los Certámenes Ganaderos de manera tradicional debido a la alerta sanitaria provocada por el COVID-19. Una de ellas ha sido la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (AGRAMA). Sobre subastas online y nuevas tecnologías hablamos con Roberto Gallego, secretario ejecutivo de la Asociación.

Hasta la fecha, ¿cuántas subastas online se han llevado a cabo por parte de AGRAMA?

Se han organizado dos subastas online, en fechas próximas a los Certámenes Ganaderos previstos inicialmente y publicados en el Calendario Nacional de Certámenes Ganaderos (EXPOVICAMAN, Albacete y FERCAM, Manzanares-Ciudad Real). La primera de ellas fue en el mes de mayo (días 26 y 27) y la segunda en julio (7 y 8).

¿Cómo calificaría los resultados de las mismas? ¿Han superado el nivel de ventas de las Subastas tradicionales?

Creo que la experiencia se puede calificar de positiva, más que satisfactoria. Hay que tener en cuenta que fueron muchas y diversas las circunstancias que se sucedieron, todas ellas, rodeadas de gran incertidumbre.

En términos económicos, los resultados han estado ligeramente por debajo de los conseguidos en 2019, pero creo que obedece más a un efecto estacional (año), que al sistema empleado. En el mes de abril-mayo, el mayor temor (de los criadores y de la Asociación) radicaba en cómo poder ofertar y comercializar los animales que habían sido recriados para ese fin, frente una demanda incierta del sector, y en menor medida, si el precio de adjudicación sería más o menos alto.

De todas las llevadas a cabo hasta ahora, ¿cuál ha sido la que ha alcanzado mejores resultados?

Los resultados en ambas han sido similares (precio medio cercano a los 650€), aunque son dos Subastas diferentes, en fechas de actividad agrícola y ganadera incomparable que siempre ha condicionado la demanda, en lugares también distintos, incluso, con un intervalo de tiempo respecto a la subasta anterior desigual (3 meses / 1,5 meses). Aún así, insisto, las pujas y precio de adjudicación, ganaderos participantes (vendedores y compradores), etc., ha sido similar tanto en lo que respecta a estas dos subastas, como su comparativa con las de años anteriores

¿Cómo surgió la idea de probar este nuevo formato de subasta?

Casi por inercia. Las primeras semanas tuvimos que adaptarnos a la nueva situación. Las reuniones se organizaban de forma telemática, se produjo un repunte significativo del tránsito de información por correo electrónico e, incluso, por los grupos de WhatsApp, lo que hacía presagiar que, al menos durante un tiempo, el contacto y parte de nuestra actividad, debería cambiar.
Por otra parte, la vida habitual de esos días hizo que el comercio electrónico tomara gran relevancia. Fue entonces cuando planteamos la posibilidad de hacer algo con las Subastas. Al principio, esbozamos la idea y, navegamos por internet para saber como lo hacían otras empresas con otros productos, porque de ganado, nada de nada.

No obstante, tampoco podíamos permanecer ajenos a la problemática que nos podíamos encontrar. Primero, la situación en el campo, de las ganaderías, si seguían manteniendo los machos recriados. Segundo, la posibilidad o no de realizar, por parte del personal de la Asociación, ciertos trabajos necesarios para su inclusión en la oferta (pruebas de filiación, revisiones morfológicas, etc.). Tercero, si seríamos capaces de crear, en tiempo récord, un sistema válido, práctico y sencillo capaz de armonizar todos los factores que intervienen en una Subasta presencial (desde la presentación de los animales, la dispersión de estos en sus ganaderías de origen, el modo de puja, el acceso y la simplicidad de su manejo, la “novedad”, etc.). Y cuando ya lo teníamos casi montado, nos preocuparon otras cuestiones derivadas de la propia subasta, como trasladar al criador la responsabilidad para que gestionara las guías de movimiento (en tiempo y forma), y otras, a priori, más difíciles de resolver (al no estar concentrados los animales, se tenían que recoger y luego llevarlos a diferentes lugares. ¿Sería posible con la restricción de movimientos entre provincias, etc.? En un primer paso, optamos por zonalizar la Región y sugerir al ganadero que comprase en su “zona” o, que gestionara su propio transporte. Posteriormente, analizamos alguna otra posibilidad y, aunque complicada, se podía resolver si disponíamos de recursos suficientes: camiones, logística, etc.).

Todo esto se ha traducido en experiencia, y nos ha obligado a modificar aspectos que se incluyeron en la I edición (mayo), que se han complementado con otros que han resultado exitosos (desde la gestión que hacen los ganaderos potencialmente compradores e, incluso, la Asociación y los criadores).

¿Van a llevar a cabo más subastas de este tipo en lo que resta de año?

Sí, claro. Conforme a nuestro calendario, la próxima subasta estaba prevista para principios de octubre (FERAGA, San Clemente-Cuenca) y estamos preparando todo para realizarla de forma telemática. Ahora resulta más sencillo, ya tenemos la plataforma preparada en la que vamos introduciendo mejoras. Un buen número de ganaderos ya tiene experiencia, ha participado o ha sabido de su existencia y, aunque al principio tenían sus reticencias (bien fuera por no poder examinar los animales, por no poder seguir in situ la puja frente a otros ganaderos en las subastas públicas e, incluso, con las supuestas limitaciones y dificultades para interactuar en el sistema, etc.), creo que ahora, conscientes de las limitaciones que existen por la pandemia, intentarán adaptarse para poder continuar con su actividad profesional.

¿Se han planteado mantener alguna de estas subastas de forma online de cara al año que viene, aunque ya no haya alerta sanitaria?

Es difícil saber lo que pasará el año que viene. Entiendo que la subasta virtual ha sido una alternativa a la Subasta pública en un momento determinado de extrema dificultad. De ahí, a que supla al sistema tradicional (siempre que haya posibilidades para ello), no será sencillo. Otra cuestión es que se pueda simultanear (por cuestiones de evolución de la pandemia) o, incluso, se busque un propósito diferente, como una oferta permanente y abierta de animales de condiciones no necesariamente iguales que los que van a Subastas. Por ejemplo, lotes de corderas de reposición, machos ARR/ARR que no alcanzan el mérito genético para producción de leche, etc. Lo que si creo es que, con las modificaciones que haya que hacer, vamos a optimizar y aprovechar el sistema creado. Es pronto todavía para sacar conclusiones. Entiendo que tiene ventajas e inconvenientes, y su evolución en el tiempo marcará su futuro.

El sector ganadero sigue siendo, a día de hoy, un sector muy tradicional, pero ¿cree que los ganaderos de ovino Manchego se están adaptando bien al uso de las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida, están en todos los sitios. Tal vez el sector ovino en general, a pesar de su carácter tradicional, ha evolucionado gracias a la implementación, en 2005, de la identificación electrónica. Todo eso nos ha permitido, fundamentalmente a las Asociaciones de Criadores, pero también a otras Entidades del Sector (ADSG, Cooperativas, etc.) mejorar la recogida y tratamiento de datos, así como la fiabilidad de estos. Los ganaderos ya manejan el lector de identificación, como antes hacían con el cuaderno, pero de forma más cómoda. Y eso les permite saber la situación de sus animales, de su ganadería, y tomar decisiones. Toda la información la tienen en sus ordenadores, en sus teléfonos, etc. Creo que esto, junto con los Programas de Cría, ha propiciado que el progreso genético de estos últimos años sea muy superior al que había antes. Eso no quita para que la ganadería, por otras causas, esté herida y en peligro de extinción (poca o nula rentabilidad, problemas para contratar mano de obra, jornadas laborales prolongadas y permanentes, nulo reconocimiento social, etc.)

En su opinión, ¿qué habría que hacer para que el sector se modernizara y pudiera hacer uso de todos los nuevos recursos que tiene a su alcance?

Hablar en términos globales es complicado. Meter a todos en el mismo “saco” es imposible. Si nos limitamos a los ganaderos que hay en las Asociaciones que son, a priori, los que más profesionalizados están y, ojalá, los que más futuro pudieran tener, creo que el nivel de tecnología que hay ligado a la ganadería es considerable. Empezando por la actividad que más tiempo supone en su trabajo diario, el ordeño, donde hay salas con medidores electrónicos con capturas automatizadas, empujadores automáticos, salidas rápidas de sala, puertas separadoras, etc. que ha contribuido, de una forma trascendental, a un mejor y más eficiente trabajo. O las cintas de alimentación, los carros unifeed, etc. Pero todo esto vale dinero, y mucho. El problema es que la escasa rentabilidad del negocio, no propicia que el sector en su conjunto (excepcionando ganaderías puntuales), haga inversiones de ese calibre. Tal vez los nuevos recursos, no están tan al alcance del sector…

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