Avances en la aplicación comercial de la transferencia de embriones porcinos

El principal reto de la industria porcina es optimizar la producción de carne de cerdo y al mismo tiempo garantizar la sostenibilidad y un coste eficiente

Artículo publicado en la revista Suis nº 133 por Cristina A. Martínez, Emilio Martínez y María A. Gil. Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Universidad de Murcia. 

En la actualidad existe una técnica simple y eficaz para transferir los embriones en la profundidad de un cuerno uterino de las cerdas receptoras por vía no quirúrgica y en los últimos años se han realizado importantes avances en la conservación de embriones porcinos, lo cual podría abrir la puerta al empleo industrial de la transferencia de embriones en cerdas.

El principal reto de la industria porcina es optimizar la producción de carne de cerdo y al mismo tiempo garantizar la sostenibilidad y un coste eficiente. Por ello, el sector porcino exige cada día más esfuerzos para aumentar los rendimientos productivos y la competitividad nacional e internacional. Estos esfuerzos se traducen en una mayor tecnificación de las explotaciones para poder hacer frente a las demandas del mercado. En este sentido, el empleo de tecnologías reproductivas innovadoras ocupa un lugar destacado en la planificación a corto, medio y largo plazo de las empresas del sector. Entre estas tecnologías cabe destacar la transferencia de embriones (TE) que, pese a ser demandada por el sector desde hace más de medio siglo, todavía no se ha implementado debido a las dificultades técnicas que se han encontrado durante su desarrollo.

La utilización comercial de la TE aportaría indudables beneficios para el sector porcino, tanto en las empresas de genética productoras de los embriones como en las receptoras de los mismos. Algunos de los beneficios que comportaría el uso de la TE en las empresas de genética serían los siguientes:

  • Abastecimiento de animales (en forma de embriones) de alto nivel genético, directamente desde los núcleos de selección de las empresas de genética a los núcleos cerrados de los clientes, sin limitaciones de tipo temporal y con las máximas garantías sanitarias.
  • Eliminación del transporte de animales vivos. Esto evitaría problemas asociados con el bienestar animal y reduciría el coste del transporte.
  • En el caso de utilizar técnicas de criopreservación embrionaria se podría conservar de manera indefinida el material genético de una empresa, algo que puede ser fundamental ante eventuales crisis sanitarias.

Por su parte, las empresas receptoras de los embriones se beneficiarían en los siguientes aspectos:

  • Utilización del material genético con la máxima calidad sanitaria.
  • Reducción de costes relacionados con la adaptación de los animales a sus explotaciones.
  • Reducción del retraso genético respecto a los núcleos de selección.
  • Simplificación de la gestión genética de los animales presentes en sus núcleos de selección o multiplicación.

Pese a la trascendencia de dichas aplicaciones comerciales, durante décadas el empleo de la TE en la especie porcina ha sido prácticamente una utopía, debido fundamentalmente a dos factores: (I) la necesidad de emplear técnicas quirúrgicas para la deposición de los embriones en las hembras receptoras; (y II) los problemas encontrados para conservar los embriones de esta especie. Sin embargo, la situación ha cambiado radicalmente en la última década y hoy en día se dispone de una tecnología para transferir los embriones por vía no quirúrgica, además de procedimientos para la conservación de los embriones a corto y largo plazo.

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