ANCRO cede cuatro machos a Ovigén

El Centro de Selección ya contaba con otros dos animales de la raza en sus instalaciones

La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Ojalada (ANCRO) ha cedido recientemente cuatro machos al Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla y León (Ovigén).

Tal como indica el Centro de Selección en su página de Facebook, los animales cedidos proceden de las siguientes ganaderías: Cooperativa Ovitermes, de Manzanares (Soria); y de la Diputación de Soria, en San Esteban de Gormaz.

Estos cuatro ejemplares se unen a los dos que ya estaban en Ovigén, procedentes de la ganadería de Óscar González de la Horcajada (Ávila).

SOBRE LA RAZA OJALADA

Debe su nombre a la pigmentación que presenta alrededor del ojo. Pertenece al Tronco Ibérico, cuyo representante ancestral es el Ovis aries Ibericus, que en España ha dejado, además de esta raza, otras como la Ojinegra, la Xisqueta y la Montesina.

El Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España la incluye en el listado de razas autóctonas amenazadas.

Este grupo étnico se caracteriza por presentar perfiles ligeramente subconvexos, proporciones alargadas, tamaño variable, que va desde la eumetría a la elipometría, dependiendo de la zona de explotación y del sistema de manejo aplicado. Agrupa animales acornes, aunque, a veces, los machos disponen de cuernos bien desarrollados, en forma de espiral. 

De color blanco, posee la pigmentación característica del Tronco Ibérico (centrífuga: color negro alrededor de los ojos, punta de las orejas, morro y parte distal de las extremidades). Lana de vellón semicerrado.

El área de distribución de la raza se sitúa en el sudoeste y sur de la provincia de Soria, prolongándose desde aquí hasta el Noroeste de Guadalajara y con algún rebaño en la zona de Segovia colindante con la provincia de Soria.

En los últimos años se ha pasado a producir mayoritariamente cordero lechal en detrimento de los corderos tipo ternasco que era lo habitual hace unos años. Su carne está incluida en la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), “Lechazo de Castilla y León”. Posee además una destacada capacidad para la producción de leche, que sumado a su gran instinto maternal, (raza de elevada rusticidad) le permiten criar sin problemas sus corderos, a pesar del difícil medio en que se explotan.

La raza está sometida a un régimen de explotación altamente extensivo, saliendo a pastar prácticamente todos los días del año. La alimentación de los animales se apoya, fundamentalmente, en la obtenida en pastoreo, que en tiempos pasados era la única, dado que en la actualidad su alimentación se ha mejorado mucho mediante el suministro de ración de aprisco, para aumentar la productividad. Esta población ovina se agrupa en rebaños de dimensión comprendida entre las 500 y las 750 cabezas de media, de uno o varios propietarios.