El sistema de explotación de esta variedad no difiere del resto de la población de cerdos ibéricos, siendo su aspecto diferenciador respecto al resto de razas porcinas el elevado peso de sacrificio y el aprovechamiento de los recursos naturales de la dehesa (hierbas y bellotas) durante la montanera de los ejemplares cebados en extensivo.
La Raza Porcina Ibérica se explota mediante sistemas extensivos, semiextensivos e intensivos. El cerdo Ibérico en extensivo va haciéndose con el paso del tiempo y en libertad. Se alimenta en pastoreo, ejercitando su musculatura, ligado al desarrollo y conservación de la dehesa.
El sistema semiextensivo acelera la producción en niveles variables respecto al sistema tradicional, utilizando para ello alimentación con concentrados y un mayor grado de confinamiento de los animales, aunque siempre cuenta con una base territorial y bastante superficie de dehesa que permite, en muchos casos, hacer cerdos de recebo de calidades muy apreciables.