El poni Asturcón, originario de Asturias, tiene un pasado milenario. Era criado por los astures tanto para sus tareas agrícolas y ganaderas como para la guerra. En esa faceta fue conocido y admirado por los conquistadores romanos, los cuales, una vez se apoderaron del territorio y sus animales, los dieron a conocer en Roma, donde fueron ampliamente reconocidos. Así las primeras citas bibliográficas conservadas que hacen referencia a ellos datan del 78 a.C. en “Retórica ad Herennium”, donde se mencionan los pequeños caballos de las tribus astures que era considerado un animal sagrado.
Vivió épocas de esplendor en la Edad Media con miles de cabezas distribuidas por toda la región. Después de la Guerra Civil su número disminuyó alarmantemente, sobre todo debido a las políticas de reforestación aplicadas. Quedaron varios núcleos aislados, en el oriente situado en la sierra del Sueve y en el Occidente a lo largo de los cordales más inaccesibles de varios ayuntamientos. Fue en 1979 cuando se constituye la Asociación Regional de Criadores de Ganado Caballar de Raza Asturcón, nacida para la recuperación de la raza, que por aquel entonces constaba de 23 ejemplares propiedad de 4 criadores. Posteriormente se transforma en la actual Asociación de Criadores de Poni de Raza Asturcón, organismo encargado de la gestión del Libro Genealógico de la raza y de su salvaguarda y difusión.
El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a esta raza en el listado de razas autóctonas amenazadas.