La cabra Majorera debe su nombre a la isla de Fuerteventura (Maxorata en la época prehispánica), del Archipiélago Canario, lugar donde se formó y donde se encuentra el mayor núcleo de animales la raza.
Existe coincidencia en admitir que a la llegada de los españoles a las Islas Canarias, a finales del siglo XV, existía una población caprina adaptada al medio que había permanecido aislada genéticamente del resto del mundo. Pues bien, a dicha población se la adjudica el origen de la raza. Posteriormente, a consecuencia de la llegada a la isla de nuevas etnias, en la población caprina actual de las islas es posible ver rasgos que recuerdan a troncos como el Pirenaico español o el Nubiano africano.
El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a la raza caprina Majorera en el listado de razas autóctonas amenazadas.