La cabra Ibicenca, desde el punto de vista productivo, es catalogada como de doble propósito: carne-leche. Dentro de la producción de carne, existen dos tipos comerciales de carnicería: “Cabrito” y “Caprino mayor”. El primero, más representativo, se trata de un animal alimentado con la leche de la madre y los recursos obtenidos en pastoreo, acompañando a la misma. Es sacrificado a la edad de 2,5 a 3 meses, con un peso vivo que se sitúa próximo a los 18 Kgs, con un rendimiento a la canal de alrededor del 52%. Asimismo, el objetivo principal de la explotación de la cabra Ibicenca es la producción de leche, destinada al consumo familiar, bien de forma directa o transformada en queso. Su producción es muy variable debido, por una parte, a la gran heterogeneidad de los animales de la raza desde el punto de vista genético, dado su origen heterocigótico y la ausencia de una selección en profundidad de la raza y, por otra, al diferente sistema de manejo, según tipo de explotación, al que se encuentran sometidas, principalmente en lo que respecta a la alimentación.