El Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España incluye a la raza Bermeya en el Grupo de Razas Caprinas Autóctonas en Peligro de Extinción.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
La raza agrupa animales de perfil recto, mesomorfos y eumétricos. Las hembras presentan cuernos predominantemente de tipo aegagrus, en forma de arco dirigidos hacia atrás. En los machos, dichos cuernos están abiertos en las puntas. Tronco compacto. Pecho profundo. Costillar arqueado. Vientre abultado. En general, se estima un peso de 70-75 Kg. en los machos y de 45-55 Kg., en las hembras. Disponen de capa roja, con diferentes tonalidades que van del rubio al retinto.
Tienen el cuerpo cubierto de pelo fino y corto en las hembras, más áspero y largo en los machos. A veces el pelo alcanza una gran longitud en el tercio posterior del cuerpo, dando lugar a la forma denominada “Calzones”. Se trata de una raza de temperamento tranquilo de excepcional rusticidad, que desempeña un importante papel en la limpieza del monte y en la lucha contra incendios.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Se explota en las áreas montañosas de la parte Sur del Principado de Asturias, caracterizadas por grandes pendientes, clima frío, con temperaturas medias anuales inferiores a 10ºC y precipitaciones próximas a 1.300 m.m.
CARACTERÍSTICAS PRODUCTIVAS Y SISTEMA DE EXPLOTACIÓN
En general, la raza caprina Bermeya se agrupa en explotaciones familiares.
Con frecuencia entran a formar parte otras especies ganaderas: vacas, ovejas y a veces yeguas, encontrándose sometida a un régimen de explotación netamente extensivo, en zonas de montaña de medio muy difícil, tanto por el clima, con abundantes lluvias, nevadas y bajas temperaturas en invierno, como por la orografía del terreno: altas y escarpadas sierras, con grandes pendientes, donde aprovecha pastos ralos, leñosos, duros, de escaso valor nutritivo. Tradicionalmente realiza la práctica de la trasterminancia corta. El pastoreo, durante la mayor parte del año, se realiza en completa libertad, salvo en los rebaños de ordeño en que el pastor permanece junto al rebaño, a efectos de realizar las labores de ordeño y el queso. El tamaño de la explotación es muy variable. No obstante, aunque ciertamente existe alguna explotación con más de 600 cabezas, en general, el tamaño medio se sitúa próximo a 50 reproductoras.
*Expresamos nuestro agradecimiento por su colaboración al Ministerio de Agricultura, a las Comunidades Autónomas del Estado Español, a las Organizaciones de Criadores de Raza Pura, oficialmente reconocidas por el Ministerio y por las CCAA, a los Profesionales de la Ganadería, a las Universidades y a los Centros de Investigación, Selección y Reproducción.