Larga vida a las razas gallegas

Larga vida a las razas gallegas

El Centro de Recursos Zooxenéticos de Galicia se centra en la recuperación genética y la cría de ejemplares de las razas de ganado autóctonas de Galicia.

El Centro de Recursos Zooxenéticos de Galicia, emplazado en el Pazo de Fontefiz (Coles), se centra en la recuperación genética y la cría de ejemplares de las razas de ganado bovino autóctonas de Galicia, al tiempo que trabaja con otras especies, se apunta en un reportaje publicado en “La Región”, de Orense.

Alrededor de 700.000 muestras de semen de toro conservadas en contenedores de nitrógeno son el futuro de la recuperación plena de las razas de vaca gallega, una tarea en la que el Centro de Recursos Zooxenéticos de Galicia (CRZG), de la Consejería de Medio Rural, lleva 70 años trabajando con un objetivo claro: acabar con el peligro de extinción.

Emplazado en el Pazo de Fontefiz, el centro enfoca sus actividades en rescatar el ganado bovino mediante la recuperación genética y la cría de ejemplares de razas autóctonas: Cachena, Caldelá, Frieiresa, Limiá y Vianesa. Pero su intención por evitar que desaparezca la fauna más gallega va más allá. Al mismo tiempo, desarrolla proyectos con otras especies ganaderas, como la Galiña de Mos, la Oveja Gallega, el Cerdo Celta o el caballo de Pura Raza Gallega. Y, de alguna manera, tampoco dejan de lado el «can de palleiro».

El CRZG mantiene la mayor explotación de ganado vacuno de la provincia. El censo varía a diario, teniendo en cuenta que todos los días nacen nuevas crías y otras se venden, pero los datos rondan siempre las mismas cifras. Julio Feijóo, veterinario del centro, trabaja con 24 machos adultos reproductores y 110 vacas. Además, en las 70 hectáreas de terreno también pastan 35 novillas y alrededor de 210 terneros de menos de siete meses. Todas las cabezas pertenecen a la familia de las «razas autóctonas de Galicia».

En el centro, existen dos proyectos fundamentales. Por un lado, el programa de rebaños fundacionales, que fue diseñado para el mantenimiento de la variabilidad genética y soporte básico de los censos de autóctonas en la época en la que éstos eran muy reducidos.

En la otra punta del hijo, el banco de germoplasma en materia de conservación y congelación de semen, porque, «además de conservar animales vivos, es necesaria la formación de un banco genético de dosis de semen y embriones que asegure la supervivencia de estas razas», dice Feijóo.

Así, a cada semental elegido para el programa de rebaños fundacionales se le recogen las dosis necesarias para asegurar su genética, que según el veterinario «suelen ser sobre 2.000 unidades», que pasan a formar parte del banco tras un proceso: se mete al baño maría, se valora si vale para congelar, se mira la cantidad de espermatozoides que contiene, se baja a 22 grados (previa dilución), se envasa, se pone a cinco grados alrededor de 20 horas y, por último, se congela.

Del mismo modo, en el centro se mantiene un banco de embriones, conseguidos de las hembras liberadas del programa de rebaños fundacionales.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta