La etapa de esquila de las Lojeñas llega a su fin

Debido a la altitud del pastoreo, de entre 1.300 metros y 1.600 metros, esta actividad se realiza de forma más tardía con respecto a otras razas y zonas

Las ganaderías pertenecientes a la Asociación de Ganaderos Criadores de la raza ovina Lojeña del Poniente Granadino (ACROL) entran en la fase final de la esquila de los animales que, debido a la altitud del pastoreo, de entre 1.300 metros y 1.600 metros, se realiza de forma más tardía con respecto a otras razas y zonas.

Los ganaderos de la Asociación han apostado por esquiladores de la zona para generar riqueza en el propio territorio y en los municipios en los que se asienta la raza Lojeña. La cuadrilla actual está compuesta por seis esquiladores y un atador que, de manera habitual, esquilan entre 800 y 1000 cabezas de ganado.

En un intento de recuperar las terapias naturales de antaño, las ovejas Lojeñas son rociadas después de la esquila con agua salina procedente de nacimientos los naturales que hay en la zona, junto con aceite de miera ecológico y maceraciones de tomillo y almoraduces, tratamiento que sirve para curar heridas, como desparasitación externa y repelente de insectos y moscas, que provocan las bicheras o gusaneras en los cortes, heridas o zonas húmedas de los animales.

Del mismo modo, la Asociación está trabajando también en la revalorización de la lana a través de elaboraciones artesanales que pongan en valor la lana ecológica.

REF: O-190719
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