Eloísa Perales: «El que come un huevo de Castellana Negra está comiendo el huevo que comía Isabel la Católica»

Aprovechando el Día Internacional de la Mujer hablamos con esta ganadera de la raza Castellana Negra y miembro de GANECA, que está al frente de Ecológicos La Barja, una explotación de huevos ecológicos

Aprovechando el Día Internacional de la Mujer hablamos con Eloísa Perales, ganadera de la raza Castellana Negra y miembro de la Asociación Amigos de la Gallina Castellana Negra (GANECA), que está al frente de Ecológicos La Barja, una explotación de huevos ecológicos.

Esta abogada de banca se ha reinventado persiguiendo un antiguo sueño. Su experiencia es todo un ejemplo de emprendimiento femenino en el mundo rural.

  • ¿Desde cuándo lleva ligada a la ganadería? ¿Y a la Castellana Negra?

Sólo un par de años. Soy abogada que ha ejercido en la Banca, pero siempre he estado muy ligada a la agricultura y la ganadería con ganas de realizar un viejo sueño.

  • ¿Cómo surgió la idea de crear Huevos Ecológicos La Barja?

Cuando Vicente (mi marido) adquirió la finca de Las Balsillas en Tomelloso, la casa albergaba una nave donde hubo ganado ovino. Le dimos vueltas para ver qué uso le podíamos dar y pensamos en las gallinas porque no había que ordeñarlas. Poco a poco nos fuimos implicando más y decidimos hacer junto a la vieja nave, otra completamente domotizada para albergar 6.000 aves que pudiera manejar una sola persona.

De esta manera tenemos dos sistemas de manejo: uno tradicional en una nave vieja tal y como lo tenían nuestras abuelas cuando tenían gallinas en sus corrales, y otro muy moderno que haga que este proyecto sea un medio de vida. Se podría decir que la Barja cuenta con una casa rural para las Castellanas, sin programa de luz, ni calor ni mecanización alguna. Y un hotel de 5 estrellas para gallinas híbridas esencialmente ponedoras. Completan el proyecto la agricultura de la finca que produce pistachos, almendras e higos. Todo en ecológico, porque creemos firmemente en la alimentación sana y natural, y en hacer nuestra pequeña aportación para cuidar de nuestro planeta. De esta manera la agricultura y la ganadería conviven en armonía y se complementan (economía circular).

  • ¿Qué le hizo decantarse por una raza autóctona para este proyecto y, en concreto, por la Castellana Negra?

Tenía curiosidad por saber qué raza tuvieron nuestros antepasados en esta zona. Descubrí por internet que hubo una raza hace muchos años en la zona de Castilla que ponía los huevos blancos: la Castellana Negra. Me llamó la atención el porte y la belleza del gallo. Me puse en contacto con el presidente de la Asociación de la raza y me invitó a una conferencia que impartía en el museo de Ciencias Naturales de Madrid un día entre semana. Cogí el tren con mi hijo y allí que me planté. Hablaba con tal pasión de este animal que me metió el veneno del amor por la Castellana y ya no he podido parar.

Con el tiempo he descubierto que no sólo es un animal muy bello, sino que además es tremendamente rústico; resistente a las enfermedades, al frío y al calor extremo de la zona, perfectamente adaptado al terreno y muy noble. Ojalá todos los animales de la granja fueran Castellanos. Ahora es imposible porque está en peligro de extinción: no hay 6.000 de estas aves en toda España. Quizá en un futuro…

De todos modos, el logo de nuestra empresa es un gallo Castellano porque esta raza nuestro buque insignia.

  • ¿Cuántos animales de esta raza tiene en la actualidad?

Actualmente hay unos 250 entre machos y hembras gracias a unos dos lotes grandes del INIA y adquisiciones a algunos socios del GANECA. Tenemos preparado un REGA para albergar hasta 1.200 Castellanas. Ahora hacemos nuestra propia recría y estoy incubando ahora mismo 150 huevos. En mayo haremos otro tanto.

  • Sus huevos son ecológicos. ¿Qué características debe tener un huevo para poder denominarse así?

Son requisitos que tienen que ver con la alimentación sana y el bienestar animal.

En alimentación sana: El pienso debe ser exclusivamente ecológico: libre de químicos, pesticidas, insecticidas y transgénicos. Además de lo que picoteen en la tierra. Podemos echarle melón, uvas o verduras, según la época, pero deben ser también ecológicas porque debemos demostrar una trazabilidad.

En bienestar animal: A los animales se les debe permitir la salida al exterior, tienen 8 horas ininterrumpidas de sueño. No puede haber más de 6 aves por metro cuadrado en el aviario y cada animal debe tener min 4 metros de exterior. Es decir. Si tenemos, 1.000 animales, el parque (que así se llama a la zona exterior) debe tener como mínimo 4.000 metros. En la nave se debe permitir la entrada de abundante luz natural.

El Reglamento Europeo que regula la ganadería ecológica prohíbe el uso de medicamentos alopáticos como los antibióticos con carácter preventivo. Sólo se pueden utilizar un máximo de tres veces al año, previo informe veterinario por enfermedad declarada. Si se produjese ese caso, durante el tiempo del tratamiento la producción no se puede comercializar y además el tiempo de espera para retomar la comercialización es el doble que en convencional. Por suerte, hasta la fecha, no lo hemos necesitado.

Todo esto debe acreditarse ante una Autoridad de Certificación Ecológica que nos audita periódicamente para ver que cumplimos los requisitos.

  • ¿El consumidor puede apreciar alguna diferencia entre un huevo ecológico y otro que no lo es a la hora de su consumo?

Nuestros consumidores dicen que sí lo notan. Al ser un ave que se mueve, tiene la yema más densa, la clara no se expande porque tiene menos agua y la cáscara es más dura. El consumidor puede ver también que la yema tiene un tono más amarillo que el anaranjado de los huevos convencionales. Esto se debe, a que en industria se permiten unos colorantes sintéticos alimentarios en el pienso compuesto, para hacer supuestamente la yema más atractiva. En alimentación ecológica esos colorantes están prohibidos.

Además, en el caso de la Castellana, los chefs que la han cocinado encuentran una cremosidad, una untuosidad en la yema que no han encontrado nunca en ningún otro huevo. Puede ser que al no ser tan ponedora como las otras, concentre más sus propiedades en los huevos que pone.

  • ¿Desde cuándo es miembro de GANECA?

Desde el momento que adquirí mi primera gallina Castellana que aún conservo. Hace 2 años y medio. GANECA es una gran asociación. Tenemos un grupo muy majo de whatsapp en el que nos enseñamos lo bichos y hay un “comité de sabios” que nos dan buenos consejos, aprendo todos los días de ellos. El presidente aglutina muy bien a los socios y ha llevado la asociación muy lejos. No sólo es un gran apasionado de la raza, sino que además en muy buen técnico. No es fácil reunir ambas cualidades. Muchas asociaciones han muerto porque no valen con buenas intenciones. Hay que ejecutar bien y eso requiere muchas horas de trabajo.

  • ¿Sus animales están inscritos en el Libro Genealógico de la raza? ¿Participa en el plan de conservación de la Castellana Negra?

Sí. Los anillamos y mandamos los datos anualmente a GANECA para su censo en el Libro Genealógico que es quien lo custodia.

  • ¿En qué se basa a la hora de seleccionar sus animales? ¿Qué características primordiales deben tener?

Descartamos a las aves que puedan defectos graves de morfología (cresta, orejilla, patas, plumas…). Mi criterio de selección es que se ajuste al patrón, pero también que la gallina sea una buena ponedora. Cuando entré en GANECA había socios con animales perfectos que participaban en concursos avícolas y los ganaban claro, pero algunos no valoraban su puesta. Creo que si no ponemos en valor el fantástico huevo que ponen, y lo damos a probar al público llevaremos de nuevo a esta gallina al ostracismo.

  • ¿Realiza algún tipo de control de puesta?

Sí; anoto la puesta diaria en una hoja mensual de puesta. En invierno apenas ponen. Tampoco durante la muda de la pluma ni con el calor excesivo de La Mancha. Se reservan sus energías para ellas porque son muy listas. Por eso duran más que una industrial.

  • Recientemente, la Castellana Negra ha obtenido el Logotipo Raza Autóctona 100%. ¿Qué beneficios puede suponer para su explotación y para la raza comercializar productos al amparo de este sello?

Es un logro importantísimo, para los socios de GANECA que producimos huevo ecológico o campero,  que va a suponer un punto de partida para su comercialización como producto selecto. Un sello que distingue el huevo de todos los demás. Una apuesta más por las razas autóctonas. Ya ha habido alguna experiencia con otras razas con ese sello y ha sido muy positiva.

  • ¿Considera que estos distintivos son importantes de cara al consumidor?

Claro que sí. El huevo de la Castellana es un huevo “Marca España”, no sólo por sus cualidades; por la antigüedad de la raza, por su historia. El que come un huevo de Castellana está comiendo el huevo que comía Isabel la Católica, el que viajó con Cristóbal Colón a las Américas. A todos nos gusta comer productos que son escasos, especiales y autóctonos. El que come un huevo 100% raza autóctona, está apostando porque no se pierda “lo nuestro”.

  • ¿Dónde podemos adquirir los productos de La Barja?

Fundamentalmente en Tomelloso, Ciudad Real, Albacete y Madrid. también en tiendas especializadas en Aínsa (Huesca), Zaragoza y Tarragona. En las redes y en la web se pueden consultar.

  • ¿También vende animales vivos o huevos para incubar?

Sí. Sobre todos huevos fértiles para incubar que enviamos a toda España.

  • Aparte de a la venta de huevos, en La Barja tienen una Granja Escuela. ¿Considera que es importante la educación ambiental en los más pequeños? ¿Por qué?

Es básico y sobre todo ahora en tiempos de Pandemia donde los niños han pasado tanto tiempo encerrados. En Tomelloso, por ejemplo, todavía no han abierto los parques. Los niños necesitan conocer el funcionamiento de la naturaleza, de las plantas y de los animales. Necesitan, mancharse, pasar frío o calor, caer y levantarse y no pasa nada. Es la vida misma.

  • ¿Qué actividades realizan los niños durante la visita?

En la granja los niños recogen los huevos y los meten en una cesta, les dan de comer a las gallinas observan con un ovoscopio el desarrollo de la incubación, toman en sus manos los pollitos. Sus caras son un poema.

  • ¿La Granja Escuela está orientada a visitas escolares o también se realizan grupos o visitas particulares?

Con la Pandemia las visitas escolares se han paralizado. Por ahora solo vienen pequeños grupos familiares. Pero estamos abierto a todos.

Cuando todo retome la normalidad haremos talleres. Jugaremos con los huevos, cocinaremos en el horno de leña, labraremos un pequeño huerto, pasearemos por el campo, visitaremos una cantera vecina…

  • Para terminar, ¿qué consejo le daría a alguien que quiere empezar con la cría de la raza Castellana Negra?

Cualquier persona que tenga un pequeño terreno puede empezar con esta raza. No necesita más que un comedero, un bebedero y un nidal para poner. Es inteligente, alegre, rústica, y ligera. Que no se asuste si se sube a los árboles y a los tejados. Y sobre todo que se prepare para disfrutar de la gallina más hermosa de nuestro país y de sus huevos.