“El sector vive una ligera recuperación en el consumo y las ventas”, afirma Lucía Maesso ahora que se cumplen dos años de la aprobación de la Norma

“El sector vive una ligera recuperación en el consumo y las ventas”, afirma Lucía Maesso ahora que se cumplen dos años de la aprobación de la Norma

Olvidadas ya las protestas del principio, el mercado ofrece ya las nuevas etiquetas más claras.

Han pasado dos años desde que se aprobara la nueva Norma de Calidad del ibérico, que levantó numerosas quejas en el sector, según se recoge en “El Adelantado” de Segovia. A nivel político enfrentó a dirigentes del mismo partido, como eran en aquel entonces, el ministro Miguel Arias Cañete, con la consejera de ramo en la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente. También en otras regiones como en Extremadura se protestó en el mismo sentido.

Pasadas ya las fechas navideñas, en las que el jamón ibérico vuelve a ser protagonistas indiscutible, se hace balance, coincidiendo además con la llegada al mercado de los primeros productos amparados con la nueva Norma, sobre todo lomos y paletas. Los jamones saldrán más tarde.

Para la presidenta de la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico (AECERIBER), Lucía Maesso, el sector vive “una ligera recuperación en el consumo y las ventas con respecto al año pasado”.

Pese a los efectos supuestamente negativos del informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre los efectos de las carnes curadas, el sector ha vivido unos meses positivos, pese a que los precios han estado más bajos que en los años anteriores.

Lo primero que se hizo tras la aprobación de la Norma fue implantar el uso de las bridas de colores para las piezas en los mataderos, ya que la nueva normativa obliga a precintar cada pieza con un color (blanco, verde, rojo o negro) en función de la pureza racial y de la alimentación

Los industriales fueron los primeros en aplicar la Norma de Calidad del ibérico; si bien, en este último año han cobrado especial protagonismo los ganaderos, ya que han comenzado a usar la aplicación tecnológica Ítaca para comunicar nacimientos, entradas de animales en montanera o salidas para sacrificio.

Son los productores de ganado puro ibérico quienes más defienden la nueva Norma. Lucía Maesso cría desde hace 28 años en terrenos de Fuente del Arco (Badajoz), en régimen extensivo y al aire libre. “Con 17 años dejé de estudiar y me fui al campo a trabajar con mi padre”, recuerda. Luego se formaría como perito agrícola para entrar en el seis por ciento de los productores de cerdo ibérico puro y hacer de ello “no un trabajo, sino una forma de vida”.

Como representante de AECERIBER asegura: “Era competencia desleal que los productores de razas cruzadas y que tienen muchos menores costes utilizaran los mismos etiquetados que el productor de cerdo cien por cien ibérico”, dice, antes de añadir que “es fundamental para el conocimiento del consumidor”.

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