CLM apoya la agricultura familiar para garantizar su viabilidad económica y el bienestar de agricultores y ganaderos

Martínez Lizán ha explicado que “frente a otros, el modelo de agricultura familiar es el nuestro porque nos define como región” ya que vertebra económicamente la región y contribuye al asentamiento de la población

El Gobierno de Castilla-La Mancha está apoyando la agricultura familiar “de manera clara y contundente” con una ley que tiene como objetivos asegurar la viabilidad de las explotaciones familiares; contribuir al desarrollo rural; producir alimentos de calidad bajo la premisa de la sostenibilidad; impulsar la incorporación de las mujeres al medio rural promoviendo el acceso a la titularidad y garantizar el relevo generacional.
 
Así lo ha afirmado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán en la presentación del ‘Anuario 2024 Agricultura y ganadería familiar en España 2024’ de UPA y en su posterior participación en la mesa redonda ‘Emergencia social: sin agricultura y ganadería familiar no hay futuro para el medio rural’, acto al que han asistido el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos; la directora general de Producción Agroalimentaria y Cooperativas, Elena Escobar; el secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, y la presidenta de Fademur Castilla-La Mancha, Elisa Fernández. A la clausura, han asistido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.
 
El consejero ha explicado que con Ley de Agricultura Familiar el objetivo que se marcó el Gobierno autonómico fue beneficiar a unos 100.000 agricultores y ganaderos que hay Castilla-La Mancha, muchos con una explotación familiar, con el fin de garantizar su viabilidad económica y el bienestar de las personas que se dedican a la agricultura y la ganadería familiar.
 
Esta importante cantidad de explotaciones “nos obliga como administración a trabajar por esta agricultura”, que, además, “vertebra mejor que nadie el territorio y lo hacen de una manera que concibe los sistemas de tradicionales de producción con la innovación necesaria”, ha dicho. Por todo ello, el consejero ha indicado que, frente a otros, el modelo de agricultura familiar “es el nuestro porque nos define como región”, por eso se apoya priorizándola en el acceso a las convocatorias de ayuda del Gobierno regional.
 
También ha subrayado que las explotaciones familiares contribuyen de manera definitiva al asentamiento de la población, “porque están ubicadas en el territorio, no se pueden deslocalizar como sí lo pueden hacer otras figuras que ocupan también un lugar en la agricultura, pero que pueden estar hoy aquí mañana en otro sitio”, en ese sentido, la ley de agricultura familiar ha sido “un paso con la intención clara y contundente” de apoyar a la agricultura familiar, ha indicado.
 
Otras leyes y medidas que cierran el círculo
 
Esta ley ha estado acompañada estratégicamente por dos normas más, la Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales “para asegurarnos la incorporación real y efectiva de las mujeres al campo, pero también a todos los órganos de decisión” y la Ley de medidas económicas, sociales y tributarias frente a la Despoblación con la que “garantizamos que las personas que viven en el medio rural tengan acceso a los mismos derechos y servicios que el resto de la ciudadanía”.
 
En la enumeración de políticas desarrolladas por el Gobierno del presidente García-Page para mantener la actividad agropecuaria en toda la región, el consejero ha citado el impulso al relevo generacional “porque tenemos claro que sin chicas y chicos que se incorporen al campo no hay futuro, por eso hemos dedicado 150 millones de euros para que se incorporen 4.000 jóvenes desde 2015, todos los que lo han solicitado y cumplían los requisitos, con ayuda pública”.
 
Además, en la última convocatoria, se ha puesto 50 millones de euros más en ayudas, cantidad que habrá que ampliar, logrando que más de 1.300 jóvenes hayan solicitado su incorporación, de los que casi 1.000 han pedido un plan de mejora. “Una cifra récord, teniendo en cuenta que nuestro objetivo era incorporar a 2.000 jóvenes hasta 2027”, ha dicho el consejero.
 
Con estas tres leyes, que se complementan e impulsan cuestiones estratégicas, y con convocatorias como la de incorporación, “estamos trabajando para seguir impulsando el sector agroalimentario, que es clave porque aporta casi un quinta parte a nuestro PIB; supone un tercio de todas las ventas al exterior de la región y está alcanzando datos históricos en materia de empleo ya que tiene menos de 6.000 personas desempleadas en el mes de junio, la mejor cifra de la última década ya que en junio de 2014 había más de 24.000 personas desempleadas”, ha reconocido Martínez Lizán.
 
La agricultura de nuevo en el centro de las políticas europeas
 
De cara al futuro y una vez se conforme el nuevo Parlamento Europeo, el consejero ha abogado por situar de nuevo la Política Agraria Común en el centro de todas las políticas europeas porque en los próximos años será una cuestión estratégica a la hora de garantizar alimentos asequibles, seguros y suficientes, en un contexto en el que cada con más frecuencia, agricultores y ganaderos tienen que hacer frente a más retos “y así nos lo han puesto de manifiesto el COVID, la guerra de Ucrania o los constantes efectos del cambio climático”.
 
Asimismo, Martínez Lizán ha abogado por seguir dialogando para poner en marcha medidas que aseguren ingresos justos a las explotaciones; por aminorar su carga burocrática; por una flexibilización de las políticas agrarias que den respuesta a cada territorio “y por supuesto, por la reciprocidad con terceros países en las normas comerciales”. A ello, ha añadido que la agricultura “es resiliencia frente al cambio climático y conservación del medio ambiente” porque la actividad agraria contribuye a la sostenibilidad; salvaguarda la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales y mejora la sostenibilidad social y económica del entorno, evitando el despoblamiento.
 
“Tenemos que ser capaces de dar respuesta a los retos que tenemos delante en la agricultura y la ganadería para garantizar la cohesión económica y social de las zonas rurales que contribuyen a la prosperidad de nuestra región, de nuestro país y de Europa”, ha dicho el consejero.
 
Importancia del anuario
 
Por último, ha puesto en valor este Anuario para todo el sector porque la información que recoge “viene a constatar la situación del sector pormenorizada, tanto por comunidades autónomas como por sectores y cultivos, algo que es importantísimo para hacer una radiografía exacta de lo que supone la agricultura familiar”.