Canarias abona 135.000 euros en ayudas al fomento de Razas Autóctonas

Un total de 9 agrupaciones del Archipiélago se benefician de estos fondos, como la Asociación Nacional de Criadores de Cabra Tinerfeña.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias a través de la Dirección general de Ganadería, ha resuelto la convocatoria de subvenciones destinadas al fomento de Razas ganaderas Autóctonas, dotadas con 135.000 euros.

Las nueve agrupaciones del Archipiélago que se acogen a estos fondos son la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera, la Asociación Nacional de Criadores de Cabras de Raza Palmera, la Asociación Nacional de Criadores de Cabra Tinerfeña, la Federación de Criadores de la Raza Ovina Canaria, la Asociación de Criadores de Ovino Canario de Pelo, la Asociación de Criadores de la Oveja Palmera, la Asociación Canaria de Arrastre, Fomento y Crianza de Ganado Basto, la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Palmera, y la Asociación de Criadores de Camello Canario.

El objetivo de estos fondos es apoyar los programas de conservación y mejora de las Razas ganaderas Autóctonas del Archipiélago y el fomento de sistemas de producción de dichas Razas, compatibles con los recursos naturales de las islas, a través de la utilización racional de los mismos con fines orientados a la obtención de productos de calidad y a la mejora de la cabaña ganadera autóctona.

Canarias cuenta con una Raza apícola, que no se acoge a estos créditos pero que se beneficia de otras líneas de ayuda como las del Programa POSEI, una Raza Asnal, una de porcino, dos Razas de bovino, tres de ovino, y tres de caprino-Majorera, Palmera y Tinerfeña con dos ecotipos, norte y sur-.

La ganadería basada en las Razas Autóctonas canarias ha constituido tradicionalmente una producción de gran riqueza desde un punto de vista económico, social y medioambiental. Estas Razas constituyen un almacén genético que es necesario conservar, además de suponer la base de las producciones de numerosas zonas de las islas por su grado de adaptación a un medio ambiente con condiciones de gran dureza; lo que determina el mantenimiento de esta cabaña ganadera para la conservación de ecosistemas que, de otra manera, se degradarían.