CABRAMA y la UM se unen para frenar la agalaxia contagiosa
La Asociación y la Universidad comenzaron hace unos seis años una investigación que ya está dando sus frutos en las ganaderías caprinas.
La agalaxia contagiosa de los pequeños rumiantes es una enfermedad provocada por un microplasma que afecta principalmente a las cabras y las ovejas. Hasta hace relativamente poco tiempo los especialistas llegaron a pensar que esta patología era incontrolable. Sin embargo, en el caso del sector caprino, la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (CABRAMA), junto con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UM), ha llevado a cabo una serie de estudios que han permitido revertir la situación, según recoge La Opinión de Málaga.
Así, según explica el secretario ejecutivo de CABRAMA, Juan Manuel Micheo, el 90% de las granjas de la provincia de Málaga se encuentran afectadas por la agalaxia contagiosa, que repercute principalmente sobre las ubres de los animales, que al inflamarse ven como la producción de leche se ve mermada o incluso se pierde, suponiendo ello un lastre para los productores del sector en la provincia.
Micheo explica que ésta es «la enfermedad más peligrosa e importante que afecta al ganado caprino, ya que es muy contagiosa, como su propio nombre indica», a la vez que lamenta que la patología baje mucho el rendimiento de los animales, que en muy pocas ocasiones pueden llegar a recuperar parte de la producción lechera y han de ser sacrificados para evitar que se extienda la enfermedad al resto de cabras.
Para controlar el avance de la patología, CABRAMA y la Universidad de Murcia iniciaron hace unos seis años una investigación que ya está dando sus frutos. Diecinueve ganaderías caprinas de Málaga se encuentran totalmente libres de agalaxia contagiosa, o lo que es lo mismo, han superado el plazo de dos años sin contabilizar ningún caso positivo de la patología.
El profesor del departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, Cristian de la Fe, explica que han llevado a cabo un proceso pionero en esta materia, caracterizado por la monitorización continua de muestras de leche de cabra, que son enviadas al centro de investigación de forma urgente para su análisis. Además, el profesor matiza que focalizan una parte de su trabajo en los sementales, a los que chequean periódicamente.
Entre los hallazgos más importantes, los investigadores han determinado que los animales portan en muchas ocasiones el microplasma en la cera del oído, suponiendo un esfuerzo para ellos su localización. Asimismo, han determinado que el mayor portador de la enfermedad no es la hembra sino el macho. De la Fe manifiesta que la transmisión de la enfermedad se produce a través de las secreciones del ganado caprino. Sin embargo, tanto el profesor como Micheo coinciden a la hora de señalar que no existe riesgo alguno de transmisión a las personas.
«Hemos demostrado que se puede luchar y que se puede controlar la agalaxia contagiosa», recalca el secretario ejecutivo de CABRAMA. Los trabajos están siendo financiados por los propios ganaderos, «que están haciendo un esfuerzo importante», según De la Fe, quien anima a las instituciones a involucrarse en este sentido.
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