ANCHE desarrolla con éxito un programa de mejora genética de los lechazos

ANCHE desarrolla con éxito un programa de mejora genética de los lechazos

La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (ANCHE) está desarrollando con éxito un programa de mejora genética en los lechazos.

La Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (ANCHE) está desarrollando con éxito un programa de mejora genética en los lechazos, según publica “El Norte de Castilla”, artículo que reproducimos por su interés.

José Luis Fraile Báscones, de la localidad norteña de Cubillo de Ojeda –que pertenece al municipio de Cervera de Pisuerga–, es uno de los miembros de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Churra (ANCHE). Casi desde sus inicios, participa con su ganadería en el programa de mejora genética en la producción de lechazos, que este año cumple diez años. Según explican desde ANCHE, el programa de selección para incrementar la producción láctea que desarrolla desde 1985 dejaba fuera de la actividad de selección a un numeroso grupo de ganaderos de raza Churra que no ordeñan a sus ovejas porque se centran exclusivamente en la producción de lechazos. Es por lo que surgió la idea de iniciar un
programa de selección para incrementar la rentabilidad en las explotaciones de raza Churra de no ordeño, donde el único producto es el lechazo, esquema de selección iniciado en 2006 con la recogida de los primeros corderos como futuros sementales en prueba de descendencia.

No obstante, José Luis Fraile se unió a ANCHE en 2008. «Entré en la asociación después de varios años yendo a subastas de sementales que cada año celebraban en Palencia donde adquiría algún semental», recuerda el ganadero de Cubillo de Ojeda, agregando que «varios trabajadores de ANCHE me animaron a asociarme y desde entonces la mejora del rebaño ha sido muy satisfactoria».

EL AÑO PASADO SE TRABAJÓ CON 3.150 OVEJAS

El año pasado se trabajó desde esta asociación con 3.150 ovejas de carne, a través de la inseminación cervical, y con 149 con inseminación intrauterina, de las que 75 pertenecen a la ganadería de Cubillo de Ojeda, formada por 700 ejemplares. En agosto del pasado año se llevó a cabo la inseminación y, dado que la gestación de las ovejas es de cinco meses, los partos ya se están produciendo durante las primeras semanas de este mes de enero. «Hacer inseminación a las mejores ovejas del rebaño es esencial para mejorar la genética», resalta Fraile, indicando que la inseminación cervical es la más usada al llevar menos trabajo de manejo. Se prepara a las ovejas para inseminar el día acordado con el semen refrigerado que recoge el veterinario en Ovigen, que es el Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino en Castilla y León, ubicado en Toro (Zamora).

En la inseminación intrauterina se utiliza semen congelado, tanto de machos vivos como de machos muertos, que tienen una buena valoración genética. Este proceso es un poco más complicado, ya que se hace mediante una leve operación, lo que conlleva más trabajo tanto en la propia inseminación como en la preparación de las hembras, teniendo también un mejor resultado en el número de ovejas cubiertas.

La media de partos en todas las ganaderías del esquema de selección de carne y de las dos inseminaciones ronda este año un 42%, situándose en el 58% en el caso de la ganadería norteña. Por otro lado, Fraile se encuentra además dentro de la IGP (Indicación Geográfica Protegida) Lechazo de Castilla y León, a través de la que comercializa su producción. «Estoy muy contento porque se valora bien la calidad», afirma el ganadero, haciendo hincapié en la importancia de obtener apoyos para la conservación de la raza Churra, que destaca por ser un producto tradicional y exquisito de esta comunidad castellana y leonesa. «Manteniendo estas ganaderías se fija población en las zonas rurales, y además quienes consumen esta carne saben apreciar lo sabrosa que es», apunta.

ANCHE tiene su sede en Palencia, aunque sus socios pertenecen a todas las provincias de Castilla y León. «Somos 228 asociados, de los cuales 135 somos del esquema de carne y las otras del esquema de leche», explica el socio palentino, quien revela que entre los que se dedican a la carne, 57 ganaderías hacen el control de datos de partos y valoración dentro de un programa llamado Churra. «Contamos con un lector con los datos de los animales de nuestra ganadería para poder anotar datos que descargamos en el ordenador y enviamos vía internet a la asociación», describe, subrayando que se busca la mejora genética en las ovejas de carne que tengan partos múltiples, con buena ubre, buen carácter maternal para que los lechazos se hagan bien y rápido. «Para ello se seleccionan los machos basándonos en los caracteres de las madres», añade, enfatizando que se trata de un trabajo de los ganaderos, de los trabajadores de la asociación –veterinarios y técnicos– y que «todos los datos son importantísimos para la valoración conjunta».

También hay que resaltar el trabajo de la Diputación de Palencia que colabora con la asociación y los ganaderos manteniendo un rebaño élite compuesto por ovejas propias y las mejores de cada ganadería que se recogen anualmente, igual que los machos que van a formar parte de la inseminación», explica.

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