La Alistana-Sanabresa, protagonista de un reportaje en La Opinión de Zamora
Emilio Riesco, presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Selecto de Raza Alistana-Sanabresa (AECAS), habla sobre la raza y el trabajo que desempeña en su explotación
La Opinión de Zamora ha publicado un reportaje sobre ganaderías de resistencia en el que la protagonista ha sido la raza Alistana-Sanabresa, una raza autóctona que cuenta en la actualidad con tan sólo 30 criadores. Emilio Riesco es uno de ellos. Presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Selecto de Raza Alistana-Sanabresa (AECAS), habla sobre la raza y el trabajo que desempeña en su explotación, en la que compatibiliza ganadería y agricultura.
Del texto recogemos lo siguiente:
«La explotación de Emilio Riesco, en Guarrate, es una de las 30 de esta raza en peligro de extinción establecidas principalmente en la provincia de Zamora, excepto cuatro repartidas por León, Burgos, Ávila y Segovia. Un censo de 1.700 madres sostiene la ganadería que debe su nombre a las comarcas de Aliste y Sanabria donde originariamente se asentaba.
“La alistana está en declive, en tres años hay 200 madres menos y las bajas de criadores tampoco paran, aunque ahora las ganaderías son más grandes, se concentran en menos propietarios” confirma Emilio Riesco, presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Selecto de Raza Alistana-Sanabresa (AECAS).
Como casi todos los criadores, este joven productor compatibiliza agricultura y ganadería, sabedor de que solo del sector pecuario, y más criando una raza autóctona, no se puede vivir. “Sin ayudas sería imposible porque no es lo mismo que una raza industrial produciendo en grandes cantidades. Para nosotros es más difícil la salida al mercado; hubo un intento de comercializar la carne online pero tampoco acaba de despegar”.
A ese escenario ya complicado se ha sumado un molesto “invitado”. “Con el COVID estamos poco más que cubriendo gastos, aunque es verdad que la pandemia afecta a todo el sector vacuno, ovino y caprino”. En la alistana los terneros se pagan 200 euros más baratos que el año pasado. El cierre de la hostelería ha desencadenado un bajón del consumo de carnes selectas, acentuado por las restricciones de la pandemia que impiden grandes celebraciones. “Sin bodas, ni comuniones, ni bautizos y otras fiestas este tipo de carne de vacuno apenas tiene salida, porque para el consumo diario en casa se va a productos más económicos. El golpe ha sido gordo” argumenta Riesco mientras atiende al ganado en la finca de Guarrate todavía con bajo un espeso manto blanco».
Puede acceder al reportaje completo haciendo clic aquí.





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