Andalucía convoca ayudas a explotaciones agrarias en zonas desfavorecidas
Esta línea, que beneficia a 11.000 agricultores y ganaderos, servirá para evitar la despoblación y el abandono de la actividad agraria
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha informado al Consejo de Gobierno de la inminente convocatoria de una línea de ayudas por importe de 15 millones de euros dirigidas a explotaciones agrarias ubicadas en zonas desfavorecidas y en el entorno de parques nacionales y naturales con condiciones limitativas.
La convocatoria para el año 2022 cuenta con un presupuesto financiado con fondos Feader e incluye el reparto de 10,2 millones de euros para el pago de compensaciones en zonas de montaña, cuatro millones para otras áreas que afrontan limitaciones naturales considerables y algo más de 700.000 euros para superficies afectadas por limitaciones específicas.
Con esta medida se pretenden compensar los costes adicionales y las pérdidas de ingresos de aquellos agricultores que desarrollan su actividad en condiciones geográficas complicadas que encarecen y dificultan su labor. Aquellos que se encuentran en zonas montañosas, en zonas de alta pedregosidad, aridez o desertificación y en el entorno de Parques Nacionales y Naturales con condiciones limitativas.
El objetivo final es evitar el abandono de la actividad agraria en estos territorios y los riesgos que ello conlleva de despoblamiento y pérdida de la biodiversidad y el paisaje. En total, la Consejería tramita este tipo de ayudas para algo más de 11.000 beneficiarios al año.
Junto a esta convocatoria, la Consejería destaca la reciente ampliación del periodo de compromisos de las subvenciones agroambientales y las destinadas a la agricultura y ganadería ecológica correspondientes a las convocatorias de 2015, 2016 y 2017, por un montante global de 73,3 millones de euros. Todo ello en virtud de la posibilidad establecida en el Reglamento de la Unión Europa, que permite conceder prórrogas anuales una vez finalizado el período de cinco años durante el cual la persona beneficiaria debe mantener sus compromisos. El objetivo es mejorar la gestión del agua, el uso de los fertilizantes y los plaguicidas, evitar la erosión de los suelos y mejorar la gestión de los mismos, así como reducir las emisiones de gases y el efecto invernadero y contribuir al mantenimiento de la riqueza genética y la biodiversidad.
Por otra parte, hay que considerar la importancia de estas ayudas respecto a una gestión ambiental sostenible de las explotaciones agrarias, pues de no ampliarse el período de compromisos podría producirse una pérdida de rentabilidad para los agentes que han realizado grandes inversiones en la adaptación de sus explotaciones e importantes esfuerzos comerciales, reorientando sus estrategias de mercado.



